Según la Real Academia Española, el agnosticismo está definido como una “actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia”. También solemos relacionar este término con una connotación religiosa de no “negar ni afirmar la existencia de una sola deidad o divinidad”.
Ahora bien, ¿por qué estamos mencionando el agnosticismo, un concepto filosófico y religioso dentro un ámbito tecnológico? Esto se debe a un término que coge más fuerza llamado cloud agnostic o traducido al español: ser agnóstico en la nube. Este concepto está definido por CloudZero como las “herramientas, plataformas o aplicaciones que son compatibles con cualquier infraestructura en la nube, y pueden ser movidas de y desde cualquier entorno de la nube sin ningún problema operacional”.
En palabras resumidas, hablamos de una descentralización hacia los proveedores de servicios cloud. No hay una sola “divinidad” o camino correcto como lo declara la RAE, traducido tecnológicamente en que no almacenamos nuestra información o hacemos funcionar nuestros servicios desde un servidor de la nube en específico.
Antes de ser agnóstico, debemos partir de qué es ser nativos en la nube
¿Cómo surgió el concepto de cloud agnóstico? Primero es necesario definir otro término qué se llama cloud native, palabra que nos dará a entender mejor por qué surgió la necesidad de ser agnósticos dentro las nubes.
Cloud native está definido como “el acercamiento de construir y correr aplicaciones de software mediante el uso de la flexibilidad, escalabilidad y resiliencia de la computación de la nube”. La Fundación Computación de Cloud Native (Cloud Native Computing Foundation [CNCF]) especifica el concepto como una tecnología de empoderamiento para las organizaciones y que pueden operar en cualquier tipo de ambiente en la nube sean públicas, privadas o híbridas.
No obstante, ¿por qué surge la necesidad de una evolución de ser estrictamente cloud native a volverse cloud agnostic? Usar más de un proveedor permite una libertad o comodidad de moverse varias nubes sin la necesidad de hacer cambios significantes. Entonces, por ejemplo cuando suceden casos como la caída de AWS que ocurrió el pasado 7 de diciembre, ser agnóstico permite que las organizaciones puedan adaptarse rápidamente a las problemáticas que afectan en el funcionamiento de los servicios que brindan a sus clientes y/o usuarios.
Por estas razones, comenzamos a ver el surgimiento de que las empresas comiencen a ser cloud agnostic, logrando que sus aplicaciones y/o servicios sean navegables a través de los distintos proveedores al mismo tiempo (sean AWS, Azure, Google Cloud, etc.) sin ningún problema. También se elimina una dependencia a un solo suministrador; y siendo cloud agnostic, se destierra el sometimiento de las especificaciones y usos exclusivos de alguna de estas nubes.
Beneficios de Cloud Agnostic
De acuerdo con el reporte que realizó Flexera –una empresa estadounidense de software– sobre el estado de la nube (State of the Cloud), sacaron como conclusión que 76 por ciento de las empresas han comenzado ser cloud agnostic.
Mediante el uso de varios proveedores de servicios cloud al mismo tiempo, las empresas comienzan a tener la necesidad en hacer que sus productos sean multifuncionales sin importar que su información sea transportada a través de Azure, AWS o Google Cloud. Incluso, este método hace DevSecOps tengan presente los parámetros en poder operar en cada una de estas nubes como estrategia. Estas son varios de los beneficios de cloud agnostic, ¿y cuáles son los otros provechos?
Por ende, ser cloud agnostic, es un método que en el futuro cercano es, será y mantendrá siendo la arquitectura dominante para muchas organizaciones.
¿Cómo es el Cloud Agnosticismo con Cuemby?
Como hemos mencionado, las empresas están haciendo el salto a ser cloud agnostic. Con Cuemby, esta transición puede ser posible –y más ameno– con nuestro Cuemby Cloud Platform, nuestra plataforma como servicio (PaaS) para aprovisionar, administrar y escalar sin esfuerzo la infraestructura de la nube sin la molestia de invertir tiempo y recursos en el desarrollo de cualquiera de las competencias ya existentes de ingeniería, automatización, rendimiento o seguridad subyacentes necesarias para hacerlo de manera confiable e internamente.